ALCALDE DE BIRMINGHAM, WILLIAM  Se suponía que Bell, elegido por primera vez en 2010, tendría una reelección fácil. Una encuesta publicada a principios de agosto encontró que  57 por ciento de los residentes de su ciudad  pensaba que estaba haciendo un trabajo "excelente" o "bueno".

Pero el retador populista Randall Woodfin, ex presidente de la junta de educación de 36 años  respaldado  por el grupo de campaña Our Revolution, respaldado por Bernie Sanders,  Campana rematada  en la primera ronda de votación en agosto. El martes por la noche, Woodfin terminó el trabajo en la segunda vuelta, sorprendiendo a Alabama y ganando la carrera por la alcaldía cómodamente.  Woodfin derrotó a Bell  con  58 por ciento de los votos.

“Enviamos casi 8,000 mensajes de texto para que voten a los simpatizantes y enviamos más de 70 voluntarios a su campaña”, dijo Diane May, directora de comunicaciones de Our Revolution, a The Intercept sobre el apoyo del grupo al candidato que condujo a la primera ronda. Antes de la segunda vuelta, renovaron  1.000 llamadas y envió 11.000 mensajes de texto a los votantes. el propio sanders  llamó en llamadas automáticas para Woodfin.

El director de operaciones de campo de la campaña de Woodfin, el activista Daniel Deriso, fue un  alumbre  de la campaña de Sanders de 2016 .

El Partido de las Familias Trabajadoras, una organización progresista nacional que se fundó en Nueva York pero que desde entonces se ha expandido por todo el país, también jugó un papel en la elección de Woodfin. Ciento veinticinco  Los voluntarios del WFP contactaron a 22,000 votantes por mensaje de texto y teléfono, ayudando a empujar a Woodfin a la cima. “Randall Woodfin se basó en la idea de que la gente de Birmingham tiene derecho a exigir un gobierno que realmente funcione para toda su gente, y que una ciudad pueda brindar oportunidades y ayudar a quienes se han quedado atrás”, Joe Dinkin, representante nacional portavoz del PMA, dijo en un comunicado. “Woodfin es parte de una ola de candidatos locales en todo el país que se postulan con visiones audaces, transformadoras, progresistas y ganadoras”.

La plataforma de Woodfin está, en sí misma, lejos de ser radical en la política demócrata posterior a 2016. Él busca hacer que la universidad comunitaria sea gratuita para los estudiantes que se gradúan de las escuelas secundarias de Birmingham. Quiere expandir el prekínder e invertir en transporte público y capacitación laboral. Hillary Clinton, demócrata respaldada por Woodfin  en las primarias de 2016, lo que hizo que el respaldo de Nuestra Revolución fuera una especie de ejercicio de curación de heridas.

También busca impulsar la fuerza policial de la ciudad; Birmingham tiene la  séptima tasa de homicidios más alta  de ciudades de más de 100.000 habitantes. Tenía su propia conexión personal con el crimen altísimo de la ciudad: su sobrino era  disparó y mató  durante el transcurso de la campaña. El padre del niño, el hermano mayor de Woodfin, murió en un tiroteo cinco años antes.

Pero la campaña de Woodfin no tuvo lugar en el vacío. Su elección se produce pocos meses después de que Jackson, Mississippi, la ciudad más grande del estado, eligiera a Chokwe Lumumba Jr., un joven populista que prometió convertirla en la “ ciudad más radical del planeta ”.

En noviembre, los votantes de Atlanta acudirán a las urnas para elegir al próximo alcalde. Uno de los candidatos, el ex látigo demócrata del Senado estatal Vincent Fort —  un enemigo desde hace mucho tiempo de Wall Street y el establecimiento demócrata de la ciudad  – también cuenta con el respaldo de Our Revolution, así como de Sanders. Aunque la carrera no partidista de 12 candidatos hace que los resultados sean difíciles de predecir, el impacto de Fort en la carrera se puede ver en el comportamiento cambiante del concejo municipal: recientemente votó para aumentar los salarios de los trabajadores de la ciudad a $15 por hora y despenalizar pequeñas cantidades de trabajo. marihuana, ambas causas por las que Fort había trabajado durante años.

Si Fort tiene éxito, las ciudades más grandes de Mississippi, Alabama y  Georgia estará dirigida por alcaldes que van desde antisistema hasta francamente radicales, todo dentro de los seis meses posteriores a las elecciones.